Llevo unos cuantos meses sin hornear y en estos meses han pasado muchas cosas, entre ellas la incorporación de un nuevo miembro a la familia y mi paso por quirófano. Han sido meses raros pero bueno, parece que el tiempo pasa y volvemos a la normalidad, y para celebrarlo... ¡a hornear!
Después de un tiempo sin encender el horno tenía muchas ganas de volver a hacer galletas, no sé si por eso disfruté mucho haciendo estas galletas para regalarle a mi cirujano. Ya cuando las dibujé me pareció que podían quedar chulas. Me moría de ganas por hacerlas realidad, así que en cuanto estuvieron cortadas, horneadas y frías, manga en mano, me puse a decorarlas.
Preparamos fonendoscopios, jeringuillas, tijeras y muchas, muchas tiritas.
Camisas de quirófano, personal sanitario con su mascarilla, ¡todo listo para la intervención!
Y también un montón de doctoras, con su bata blanca, muy parecidas a mi cirujana, que me cuidó súper bien durante todo el proceso y a quién espero que le gustasen mucho este regalo en forma de galletas.
¿Qué os han parecido estas galletas? A mí me ha gustado mucho hacerlas, espero que también hayáis disfrutado mucho con esta entrada.
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