Como el verano se acercaba a Pablo le entraron las prisas por nacer, después del invierno tan largo que hemos tenido normal que hasta los más pequeños tuviesen ganas de disfrutar, por fin, de los rayitos del sol y todas las cosas buenas que trae consigo el verano.
Seguro que para sus padres no hay mejor regalo que la llegada de Pablo a este mundo, pero un detallito que ponga un punto de dulzura a ese regalazo nunca está de más, ¿a qué no? Por eso una amiga me pidió una canastilla de galletas para festejar el nacimiento de Pablo, así que... ¡dicho y hecho!
Carrito, body, patuco, babero y biberón listos para Pablo. También un osito y un balancín para que Pablo se entretenga. Y hasta al propio Pablo y una galleta con su nombre hicimos.
Esperamos que a los padres de Pablo les haya gustado esta dulce canastilla.
¿Y a vosotros? ¿Os gusta esta canastilla de galleta?
Saludos.
Un bonito detalle que gustó mucho tanto a los padres como a las visitas.
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